Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Como si un ave que planeara se hubiera detenido slienciándolo todo, la luz se posa sin que nada la enturbie, acaricia la duela y da su callada confianza a estas cuatro paredes. Un silencio de ala, afirmativo y poderoso, no el silencio humano de la duda, sino el silencio despoblado de los cielos se tiende: nadie ha vivido en esta habitación o quienes vivieron en ella sabían desaparecer; se fueron no dejando detrás sino el orden delgado que pintó estas paredes. -Antonio Deltoro, “Sol en un cuarto vacío”.
El libro de esta semana y de la semana pasada es From Hell, de Alan Moore y Eddie Campbell.
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Alan Moore tomó como punto de partida el libro Jack the Ripper: The Final Solution (1977). Una investigación del autor británico Stephen Knight, un homónimo del creador de Peaky Blinders, pero no era el mismo. Aunque la historiografía descarta la teoría de Knight, como punto de partida para la exploración histórica, para adentrarse en ese tema, fue crucial.
Once I read the florid and fabulous allegations in Knight’s book, I thought ‘This has got the bones of something’, and then I read everything on the subject I could find, starting to put it all together into this huge edifice. I was fitting in all kinds of different stuff into the story- about the architecture of London, and Nicholas Hawksmoor, the Freemasons, the Dionysiac architects, patterns in time… and as the story grew, my understanding of the murders grew as well. The original idea was so elastic that if some new material surfaced, as it occasionally did, it could be slotted into the story with very little difficulty.
Y un poco más adelante, en esa conversación, Moore habla de la veracidad y lo ficticio:
In fact, I was unnerved and amazed by the amount of confirming “evidence” that turned up to support my “theory”, precisely because I knew it wasn’t a theory: it was fiction. I really didn’t want to put a toe into the inviting pool of “the truth”, because Truth is a well-documented pathological liar. Self-proclaimed fiction, on the other hand, is entirely honest- it says “I’m a Liar” right there on the dust jacket.
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En un ensayo publicado en el mismo año en el que inició la publicación de From Hell, Juan José Saer escribió sobre dos conceptos en aparente pugna en la literatura: el de la verdad y la ficción. “El concepto de ficción”, comienza hablando de biografías, luego del genérico “non-fiction”, para terminar dándole una buena zarandeada a Umberto Eco. En el camino, Saer suelta unas joyitas:
que nadie se confunda: no se escriben ficciones para eludir, por inmadurez o irresponsabilidad, los rigores que exige el tratamiento de la “verdad”, sino justamente para poner en evidencia el carácter complejo de la situación, carácter complejo del que el tratamiento limitado a lo verificable implica una reducción abusiva y un empobrecimiento. Al dar un salto hacia lo inverificable, la ficción multiplica al infinito las posibilidades de tratamiento. No vuelve la espalda a una supuesta realidad objetiva: muy por el contrario, se sumerge en su turbulencia, desdeñando la actitud ingenua que consiste en pretender saber de antemano cómo esa realidad está hecha. No es una claudicación ante tal o cual ética de la verdad, sino la búsqueda de una un poco menos rudimentaria.
[...]
La ficción no es, por lo tanto, una reivindicación de lo falso.
Termina diciendo:
a causa también de sus intenciones, de su resolución práctica, de la posición singular de su autor entre los imperativos de un saber objetivo y las turbulencias de la subjetividad, podemos definir de un modo global la ficción como una antropología especulativa.
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El título, como dice el propio comic, surge de las primeras dos palabras de una de las cuatro “cartas” asociadas al presunto autor de los asesinatos. Esta, la también llamada “Carta Lusk”, fue recibida por el jefe del Comité de Vigilancia de Whitechapel, George Lusk, el 16 de octubre de 1888 junto con un pedazo de riñón humano preservado en alcohol; el paquete está matasellado el día anterior.
Además, leímos un relato de Shirley Jackson. “La bruja”, se llama, y aquí está en inglés.
Presentamos una entrega más de ¡Qué rico el haiku-ku!, un resumen de lo acontecido durante los pasados seis días enunciado siguiendo las restricciones —o las libertades, según se vea— formales de pocas sílabas y pocas líneas.
Una febrícula sin final.
Las resoluciones chocaron contra la fragilidad:
qué pesar ser carne.
Arriesgue el propio, con confianza.
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Una nueva entrega del ÍndiceTSH, un homenaje-plagio del famoso índice de la revista Harper’s: datos duros para preguntas urgentes.
El 14% de ustedes1 dicen que cuando se bañan solo se remojan los pies en aguita jabonosa.
El 74% de ustedes dicen que cuando se bañan lavan sus pies normal.
El 12% de ustedes dicen que hasta piedra pomez usan para lavar sus pies.
El 2% de ustedes dicen que sus primeros recuerdos de infancia son de cuando estaban en el vientre al primer año de vida.
El 28% de ustedes dicen que sus primeros recuerdos de infancia son como entre el año y los tres años de vida.
El 57% de ustedes dicen que sus primeros recuerdos de infancia son como entre los cuatro y los seis años de vida.
El 12% de ustedes dicen que sus primeros recuerdos de infancia son de cuando tenían más de seis años de vida.
Y ahora, un aviso:
Pandilla, he estado dándole muchas vueltas a la idea de ponerle un contenido extra, pagado, a este boletín. Y ya decidí que sí. O más bien, la inflación y la precariedad me decidieron que sí. Digamos que no tengo el lujo de la avaricia: lo hago para poder resignar horas de esa mentada precariedad laboral y dedicárselas a este boletín. Porque hacerlo no es un pesar; es un gozo.
El contenido extra es muy concreto: una entrega extra, creo que será los sábados o los domingos, que incluirá un dibujo exclusivo ahí, algo de texto, y quizá, en ocasiones, algún audio. Una entrega breve. El boletín del jueves seguirá inalterado, les seguirá llegando como siempre.
Pienso comenzar este fin de semana. El sábado 3 o domingo 4 de junio empezará a salir la entrega exclusiva.
Y si les parece que el $ no compensa, entiendo. Si les late dar, chido. Si no, tan amigxs como siempre.
Mil gracias.
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
El sonido de la semana: el sonido de un trailer que frena con motor.
El olor de la semana: el olor de las pastillas de suplementos vitamínicos.
Insulto de la semana: Zote
El ser vivo de la semana: Nasturtium officinale
La tonalidad ascendente: Cardenillo
La tonalidad descendente: Barbecho
Una nueva entrega del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario ahora, como servicio a la comunidad, aquí la frase que según los arcanos de este Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, influirá o calificará lo que resta de su semana:
Araña que habla [Enero - Febrero]
De allí una serie indefinida de dualidades, la más activa de las cuales será la del espíritu y la materia.
Kraken miniatura [Marzo - Abril]
Todo ha sido trastocado: opiniones, creencias, sentimientos, sensaciones.
Gato bicéfalo [Mayo - Junio]
El deseo, el sexo, el cuerpo asediado hasta en la sangre; y su fundamento: la escritura.
Esporas Interminables [Julio - Agosto]
Ahora entiendo muchas cosas: la culpa de todo la tiene mi espíritu aventurero, la ligereza con la que enfrento las dificultades, finalmente mi salud.
Moscardón [Septiembre - Octubre]
Cuando para ti es fácil no ves que para el otro es difícil.
Caldo primigenio [Noviembre - Diciembre]
Nada me deja tan vacía como todo un día en libertad. Sin nada que hacer. Quedo hueca. Seca.
Para esta edición del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, se consultaron a dos arcanos: Phillippe Sollers y Marina Tsvietaieva.
La muestra poblacional es caprichosa –limitada por el magro alcance de mis propias redes sociales– y el margen de error es, como dirían los escolásticos, una cuestión de fe.
Y de la gustada sección, por eso pero cómo? Cómo le hacemos para cooperar ($$$) para el extra?
Gracias Pablo, el texto de Saer da un poco de luz sobre la literatura y la ficción, que algunas veces esa ficción parece estar un poco más abajo de otro texto, ojalá me hubieran presentado estos análisis en mis clases de Universidad, saludos!