TSH 21.06.23
Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Y de inmortalidades solo creo En la tuya, cangrejo amigo. Te aplastan, te echan agua hirviendo, Inundan tu casa. Pero la represión y la tortura De nada sirven, de nada. No tú, cangrejo ínfimo, Caparazón mortal de un individuo, ser transitorio; Carne fugaz que en nuestros dientes se quiebra; No tú sino tu especie eterna: los otros: El cangrejo inmortal Toma la playa. —José Emilio Pacheco, “Inmortalidad del cangrejo”
El libro de esta semana y de la semana que viene es Un verdor terrible, de Benjamín Labatut.
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La física ya no debía preocuparse de la realidad, sino de lo que podemos decir sobre la realidad.
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En una entrevista para el Louisiana Channel, Benjamín Labatut dice que “lo maravilloso del principio de incertidumbre es el camino que lleva hacia él”. Y también que tenemos que recordarnos que vivimos en un mundo que es muchísimo más grande que nosotros, que puede resultar aterrador pero también provoca asombros. No podemos sobrevivir sin misterios, dice también, los misterios son más importantes que las verdades.
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El mundo subatómico no se parecía a nada que hubieran conocido. Eso lo sabía con total certeza, con una convicción tan profunda que aún no era capaz de ponerla en palabras. Porque algo se le había revelado. Algo que desafiaba cualquier explicación. Heisenberg había percibido un núcleo oscuro en el centro de las cosas. Y si esa visión no era la verdadera, ¿todo lo que había padecido fue en vano?
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En otra conversación, esta con Ignacio Echevarría, el crítico español le dice que trabaja la ciencia como una patología del espíritu. Y más adelante menciona que Un verdor señala las ideas, las rodea como quien rodea un agujero, fascinante y fascinado pero sin entrar en él porque supondría un lenguaje incomprensible, o inefable.
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Pero no solo la gente común: los propios científicos han dejado de entender el mundo. Mira la mecánica cuántica, por ejemplo, la joya de la corona de nuestra especie, la teoría física más precisa, hermosa y con mayor alcance que hemos inventado […] Ha transformado nuestro mundo hasta volverlo irreconocible. Sabemos cómo usarla, funciona por una suerte de milagro, y sin embargo no hay un alma en este planeta, nadie vivo o muerto, que realmente la entienda. La mente no puede lidiar con sus paradojas y contradicciones. Es como si la teoría hubiese caído a la Tierra al igual que un monolito proveniente del espacio, y nosotros sencillamente gateamos a su alrededor como simios, jugando con ella, lanzándole piedras y palos, sin ninguna comprensión verdadera.
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Hay una repetición de ciertas imágenes, en Un verdor terrible. Errores, extrañezas, “un delirio metafísico”, mentes que están enloqueciendo o enloquecidas. Mentes que operan no obstante el cuerpo quebrado, llagado, vuelto arma de guerra o de exterminio. Y también se repiten imágenes de núcleos, centros opacos, agujeros negros, el “corazón del corazón”.
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Después de todo, la física está llena de infinitos que no son más que números sobre el papel, abstracciones que no representan objetos del mundo real, o que solo indican una falla en los cálculos.
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No es su materia concreta, pero hay en el libro una puerta de acceso, una llamada hacia el concepto del multiverso, de la inestabilidad de este universo como “todo lo que existe”, y la posibilidad de que existan universos paralelos, múltiples y alternativos, como burbujas, como nodos, como ampollas, donde las leyes de la física son radicalmente otras. Conjeturas aún por comprobar. Y la palabra multiverso, convoca, casi de inmediato, la saturación de ejemplos en la cultura pop. En un artículo breve de AP, Ted Anthony se pregunta por qué la palabra con m es tan socorrida.
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¿Será que lidiar con la inefabilidad, la paradoja casi incomprensible de la extinción por mano propia que llevamos a cabo a diario nos orilla a buscar en la fantasía escapista del universo paralelo la solución simbólica a un trauma en acontecimiento?
Además, leímos una crónica de Hebe Uhart: Río es un estado de ánimo. Así comienza:
Presentamos una entrega más de ¡Qué rico el haiku-ku!, un resumen de lo acontecido durante los pasados seis días enunciado siguiendo las restricciones —o las libertades, según se vea— formales de pocas sílabas y pocas líneas.
¿Y si el sudor resulta ser
El alma individual que se pierde para convertirnos
En seres de puro cuerpo?
Arriesgue el propio, con confianza.
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Una nueva entrega del ÍndiceTSH, un homenaje-plagio del famoso índice de la revista Harper’s: datos duros para preguntas urgentes.
El 17% de ustedes1 cuando escriben la fecha, escriben el mes con número y el año con cuatro dígitos.
El 35% de ustedes cuando escriben la fecha, escriben el mes con letra y el año con cuatro dígitos.
El 27% de ustedes cuando escriben la fecha, escriben el mes con número y el año con dos dígitos.
El 21% de ustedes cuando escriben la fecha, escriben el mes con número y el año con dos dígitos.
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
El sonido de la semana: el sonido de rascarte el cuero cabelludo
El olor de la semana: el olor de los meados de perro en la puerta de entrada del edificio.
Insulto de la semana: Vejarano
El ser vivo de la semana: Orcinus orca
La tonalidad ascendente: Siena tostada
La tonalidad descendente: Azul ultramarino
Una nueva entrega del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario ahora, como servicio a la comunidad, aquí la frase que según los arcanos de este Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, influirá o calificará lo que resta de su semana:
Araña que habla [Enero - Febrero]
La certeza es independiente de la verdad. Afirmar es una actitud corpórea. El cuerpo siempre está cierto. El alma no lo está nunca.
Kraken miniatura [Marzo - Abril]
Cuando se convenció de que había tocado un puerto seguro, al abrigo de los vientos de la fortuna, pidió prestada una teoría social, moderada y rotunda, y compró un respetable sistema religioso que resolvía, sin sobresaltos, todos los problemas.
Gato bicéfalo [Mayo - Junio]
La vida, como un soplo remoto, pasó entre sus dedos, íntima y aguda. De su visita quedó la huella del viento que agitó las hojas.
Esporas Interminables [Julio - Agosto]
¿Cómo podría uno tener una lengua que no fuera la suya?
Moscardón [Septiembre - Octubre]
Y más que recordar, recordarme. Yo mismo. Recordarme, acordarme de mí como yo mismo.
Caldo primigenio [Noviembre - Diciembre]
No sé si hay arrogancia o modestia en pretender que ésa fue, en gran medida, mi experiencia, o que esto se parece un poco, al menos por la dificultad, a mi destino.
Para esta edición del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, se consultaron a dos arcanos: Carlos Díaz Dufoo Hijo y Jacques Derrida.
La muestra poblacional es caprichosa –limitada por el magro alcance de mis propias redes sociales– y el margen de error es, como dirían los escolásticos, una cuestión de fe.