Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Mi patria es esta sala que se abre a la terraza y es también la terraza con sus flores que van y vienen por los meses y que veo luminosas incluso cuando toman un color de viento triste Mi patria es este mantel blanco que me cubre, los platos que sostengo cada día, los brazos que se apoyan sobre mí, hasta el agua que un día casi me ahogó, por culpa distraída de una mano que en mi cuerpo la posó, mano insensata que no supo cuidar Empecé pronto a conocerla, a mi patria. Cuando aún era un paisaje perfumado de maderas, hermanas mías de cuna, aserradero, aire cubierto de hilos diminutos y polvo muy fragante, y los dedos que luego me tomaron, tabla larga, me alisaron con garlopas, barníz, brillo todo eso fue mi patria alguna vez: pradera de insectos, vientos blancos, la savia viva que corría por mis vetas, el agua que bebía para sobrevivir, y que me protegía. Que la mano que ahora y sobre mí se extiende se acuerde de esta entera condición común: de reino igual vinimos, hacia igual reino vamos, ella y yo los átomos que me forman y me hicieron pudieron ser los suyos. –Ana Luisa Amaral, “La mesa” (la traducción es de Paula Abramo)
El libro de esta semana y de la semana siguiente es Los errantes, de Olga Tokarczuk.
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Dio su discurso en la ceremonia de recepción del Nobel en polaco. En una de las entrevistas habló de lo importante que es para ella la curiosidad en el proceso de escritura y el trabajo colectivo crucial que realizan los traductores. En uno de los primeros párrafos del libro habla de la radio.
My mom is sitting beside our old radio, and it’s the kind with a green eye and two dials—one to regulate the volume, the other for finding a station. This radio later became my great childhood companion; from it I learned of the existence of the cosmos. Turning an ebony knob shifted the delicate feelers of the antennae, and into their purview fell all kinds of different stations—Warsaw, London, Luxembourg and Paris. Sometimes, however, the sound would falter, as though between Prague and New York, or Moscow and Madrid, the antennae’s feelers stumbled onto black holes. Whenever that happened, it sent shivers down my spine. I believed that through this radio different solar systems and galaxies were speaking to me, crackling and warbling and sending me important information, and yet I was unable to decipher it.
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En una entrevista/perfil de 2018 en The Guardian, Claire Armitstead escribe sobre ella
Though the books, and the prizes, kept rolling in, in her mid‑30s Tokarczuk hit a crisis and decided she needed to take some time out to travel, wandering from Taiwan to New Zealand on her own, and taking her young son off to Malaysia one particularly cold Polish winter.
Los fragmentos que componen Los errantes, quizá algo de esta crisis de sedentarismo y movimiento, están desplegados como el instructivo de un texto posible. La unidad es una cualidad que la persona nómada añora pero no consigue. Habrá unidad, pero está por venir, está postergada hasta que, de algún modo, termine el viaje.
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The Book of John Mandeville was a contemporary bestseller, providing readers with exotic information about locales from Constantinople to China and about the social and religious practices of peoples such as the Greeks, Muslims, and Brahmins.
Escribe Tamarah Kohanski, editora de los viajes de ese personaje probablemente ficticio, John Mandeville. Y continúa diciendo:
What we call the Book resists precise definition because it differs from version to version as well as from text to text within a particular version. The Book of John Mandeville refers less to a single stable entity than to what Iain Higgins, in the most illuminating current study of the work, has called a “multi-text.”
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En Los errantes, esto escribe Tokarczuk:
En mi escritura la vida devenía en historias incompletas, cuentos oníricos, tramas vagas; se aparecía a lo lejos en extrañas perspectivas desenfocadas o en secciones transversales, lo que hacía difícil llegar a una conclusión generalizadora
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En esta entrevista con el Louisiana Channel, habla un poco más sobre esas historias fragmentarias, ajenas, que se van integrando a la multitud que la compone.
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El postulado «una personalidad = una persona» siempre me ha parecido excesivamente reduccionista
También leímos un cuento emblemático de Rubem Fonseca: “Relato de acontecimiento”.
Presentamos una entrega más de ¡Qué rico el haiku-ku!, un resumen de lo acontecido durante los pasados seis días enunciado siguiendo las restricciones —o las libertades, según se vea— formales de pocas sílabas y pocas líneas.
El ladrido lejano de un perrito
Llega como un dragón que ruge enfebrecido.
Acústica de vecindad.
Arriesgue el propio, con confianza.
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Una nueva entrega del ÍndiceTSH, un homenaje-plagio del famoso índice de la revista Harper’s: datos duros para preguntas urgentes.
El 20% de ustedes1 dicen que no necesitan lentes correctivos, que tienen visión 20/20.
El 28% de ustedes dicen que solo usan lentes correctivos para ciertas actividades.
El 52% de ustedes dicen que necesitan usar lentes correctivos siempre.
El 2% de ustedes dicen que si encuentran un insecto venenoso en su habitación, reaccionan fingiendo que no lo vieron.
El 62% de ustedes dicen que si encuentran un insecto venenoso en su habitación, reaccionan dándole un chanclazo y listo.
El 11% de ustedes dicen que si encuentran un insecto venenoso en su habitación, reaccionan con gritos y se van a dormir a otro lado.
El 25% de ustedes dicen que si encuentran un insecto venenoso en su habitación, reaccionan sin miedo y lo sacan vivo de la habitación.
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
El sonido de la semana: el sonido del feedback entre dos bocinas
El olor de la semana: el olor de la tinta de impresión fresca en una hoja de papel periódico.
Insulto de la semana: Hortera
El ser vivo de la semana: Hypsibius dujardini
La tonalidad ascendente: Azul acero claro
La tonalidad descendente: Aureolina aclarada
Una nueva entrega del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario ahora, como servicio a la comunidad, aquí la frase que según los arcanos de este Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, influirá o calificará lo que resta de su semana:
Araña que habla [Enero - Febrero]
¿Es nuestra marca de Caín una maldición que pesa sobre nosotros y nos empuja reiteradamente al conflicto?, ¿o bien esta forma de ver las cosas implica una peligrosa profecía autocumplida?
Kraken miniatura [Marzo - Abril]
No hay más que ver cómo acabamos transformado a los lobos en mascotas.
Gato bicéfalo [Mayo - Junio]
Aburridos, los dioses deciden jugar con los humanos y ponen en marcha un cadena de acontecimientos para entretenerse.
Esporas Interminables [Julio - Agosto]
O la locomotora avanza a todo vapor hasta la cima de la montaña de la historia, o cae arrastrada por su propio peso nuevamente al punto de partida.
Moscardón [Septiembre - Octubre]
La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de manera diferente.
Caldo primigenio [Noviembre - Diciembre]
Así como la libre acción de los rayos del sol constituye el remedio más efectivo, purificador y curativo contra las infecciones y los gérmenes de la enfermedad, el único sol curativo es la revolución misma.
Para esta edición del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, se consultaron a dos arcanos: Margaret Macmillan y Rosa Luxemburgo.
La muestra poblacional es caprichosa –limitada por el magro alcance de mis propias redes sociales– y el margen de error es, como dirían los escolásticos, una cuestión de fe.
🫶🏻
Uff con ese cuento de Fonseca, gracias Pablo.