TSH 09.11.22
Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Ubica Te amo en algún lugar entre los dientes y los ojos, muérde- lo pero cuídate de no dañarlo, quieres tanto y tan poco. Las palabras dicen todo. Te amo, otra vez, entonces para qué es el vacío. Para llenarlo, llenarlo. Escuché palabras palabras llenas de orificios que dolían. El discurso es una boca. –Robert Creeley, “El lenguaje”
El libro de esta semana fue Reencuentro de personajes, de Elena Garro.
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—Dos habitaciones con baño.
—¿Comunicantes?
—No. Separados.
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Uno de esos libros difíciles, desafiantes. Que más que una compañía, es una mano en el rostro. Un manotazo en el rostro. Porque la violencia representada siempre lo es. Y un personaje masculino y un personaje femenino, encontrados así, puestos en colisión constante y en una asimetría de fuerzas tan marcada, tan inclemente, siempre tiene esa sensación de domingo por la tarde, de pesadilla de domingo por la tarde. Cuando parece que el horizonte, que la posibilidad se escapa. Es, en ese sentido, una literatura sofocante
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Pronto la repetición de la violencia, la repetición de los sucesos van armando ese paisaje de pesadilla. De sueño al que se vuelve una y otra vez. Cada cierto tiempo. Pesadilla familiar: por ejemplo, la pesadilla de la relación tóxica. La pesadilla, por ejemplo, del psicopateo.
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Pero no solo es la pesadilla del constante enfrentamiento contra la voluntad de un otro –vato–, de la protagonista que está en constante lucha por hallar agencia, voluntad, acopio de intencionalidades. También hay una dinámica de grupo opresiva y peculiar: una manada de personajes en contubernio. Bien podría ser: Contubernio de personajes.
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Había algo fantasmal en aquella reunión, algo artificial, como si cada uno de los huéspedes jugara un papel ya representado muchos años antes por los verdaderos protagonistas de alguna comedia que Verónica ignoraba, pero que al mismo tiempo conocía a través de la literatura, del cine y de los periódicos de la década de los años veinte. “Son todos unos impostores”, se dijo, al tiempo que los observaba; sin embargo, cada uno de ellos parecía sumergido en una tragedia personal que los unía para pulverizarlos, ya que era la misma tragedia para todos.
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Escribe Gloria Prado, una de las autoras que contribuyen al libro Elena Garro: Lectura múltiple de una personalidad compleja”:
Sea lo que fuera o fuere, Elena vivía a la ofensiva y defensiva, en pie de guerra, siempre luchando contra leyendas negras que, paradójicamente, de alguna manera ella propiciaba y forjaba y en las que encontraba enorme gozo. La contradicción y el oxímoron construyeron el signo de su pensamiento, la rebeldía y la irreductibilidad el de su acción, la imaginación delirante, la creatividad, la configuración lírico-dramática y un excelente manejo del lenguaje, los de su obra literaria.
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Esto escribió Elena Poniatowska en el perfil que le dedicó en Las siete cabritas:
Contradictoria a más no poder, Elena Garro, al igual que sus personajes femeninos que son ella misma, se va destruyendo y la acompañan en su caída al abismo sus fieles seguidores, amigos, familiares, enamorados, los que frecuentan su salón, los incautos que tocan a su puerta, en una palabra los encantados. El encanto –dice Elena– es una manera de engañar al prójimo y una artificio maléfico. Sin embargo se retrata a sí misma como una inocente en manos del hampa, ya sea la del dinero o la mafia intelectual. Nunca sabe nada, de día y de noche se le agrandan los ojos de inocencia e incredulidad ante la maldad humana.
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Aquí una entrevista con Rafael Cabrera, autor de Debo olvidar que existí: retrato inédito de Elena Garro.
Apareció también Olivia Laing, con su libro El viaje a Echo Spring. Leí las primeras páginas de la sección titulada "1. Echo Spring”
Presentamos una entrega más de ¡Qué rico el haiku-ku!, un resumen de lo acontecido durante los pasados seis días enunciado con las restricciones formales de pocas sílabas y pocas líneas.
No dormir para terminar
Un trabajo y así poder dormir tranquilo:
Sísifo era un burócrata.
Arriesgue el propio, con confianza.
Una nueva entrega del ÍndiceTSH, un homenaje-plagio del famoso Harper’s Index: datos duros para preguntas urgentes.
El 71% de ustedes1 hacen la limpieza de su casa.
Al 29% de ustedes alguien más les hace la limpieza de su casa.
El 38% de ustedes no sabe si tiene un apodo.
El 29% de ustedes tiene un apodo y les gusta.
Una entrega más de la sección Un lugar, una postal auditiva de un lugar significativo.
Esta ocasión, la postal la manda Valeria Tentoni:
El libro para la próxima semana, y la que sigue de esa, es la novela gráfica Todas las bicicletas que tuve, de Powerpaola.
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
Los cuatro números de esta semana son: 1 - 6 - 18 - 21
El signo ortográfico de esta semana es: Las comillas francesas
El elemento químico de esta semana: Antimonio [Sb]
La tonalidad ascendente: Barbecho
La tonalidad descendente: Rosa shocking
Una nueva entrega del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario ahora, como servicio a la comunidad, aquí la frase que según los arcanos de este Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, influirá o calificará lo que resta de su semana:
Araña que habla [Enero - Febrero]
Puedo desatender las exigencias de mi yo, rendirme al arte, a la creación. Sobre todo a la creación.
Kraken miniatura [Marzo - Abril]
Quizá este afán de revivir experiencias vividas se deba a que no conservo nada del pasado, a que en cierto sentido en mi vida todo es como un manantial incesante, y cuando deja de fluir la corriente, se seca por completo.
Gato bicéfalo [Mayo - Junio]
Todo es un torbellino. Es de noche y he sido fuerte todo el día.
Esporas Interminables [Julio - Agosto]
Al menos me reconforta dedicar estos días improductivos a buenas lecturas, aunque con eso no baste.
Moscardón [Septiembre - Octubre]
Necesito muchos días para aliviar un poco mi vida o para moverme dentro de mi diario, de mi historia.
Caldo primigenio [Noviembre - Diciembre]
Las manos, delgadas y los ojos de un gris claro; un rostro que me conmueve cada vez que lo veo.
Para esta edición del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, se consultaron a dos arcanos: Anaïs Nin y Stefan Zweig
La muestra poblacional es caprichosa –limitada por el magro alcance de mis propias redes sociales– y el margen de error es, como dirían los escolásticos, una cuestión de fe.