Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Todo este día corrió el tren por mi pensamiento. Toda la noche su sirena rayará mi desvelo. Y no poder imaginar el vértice hipotético en que se une la vía, tan lejano. Nunca, nunca podré beber el sueño en la confluencia amarga de su grito y mi sollozo, siempre paralelos y persiguiéndose, toda la noche, en mi desvelo. —Gilberto Owen, “Adiós”
El libro de esta semana, y de la semana siguiente, es Hija de sangre y otros relatos, de Octavia E. Butler.
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Dice Butler: “A menudo he dicho que, como mi vida consistía en leer, escribir y poco más, era demasiado aburrida para escribir sobre ella. Sigo pensándolo.”
Butler era tímida de niña, avispada, muy atenta y consciente de la escritura como acto y como posibilidad.
Su madre le compra una máquina de escribir no obstante las protestas de sus parientes –gastaste en un armatoste caro que va a permanecer empolvándose, le dicen– y teclea historias.
Una de las múltiples anécdotas del relato de formación cuenta que después de ver una película intolerable, babosa, piensa que es momento de poner a jugar las historias que ya imaginaba en otro contexto: en el contexto de la ciencia ficción profesional.
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Dice Farah Mendlesohn, en The Cambridge Companion to Science Fiction:
Science fiction is less a genre – a body of writing from which one can expect certain plot elements and specific tropes – than an ongoing discussion.
Y más adelante.
Having demonstrated that sf is quite happy to extract its plot structures from any available genre, and thus each individual book could potentially be identified with one of these genres rather than with sf, we need to consider whether sf does ‘own’ a narrative. It is rarely considered in these terms, but if sf does have an immediately recognizable narrative it is centered on what has been termed the ‘sense of wonder’.
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Hablando de imaginaciones: un vehículo espacial, una especie de satélite de un metro por un metro, enviado por la NASA en noviembre del año pasado, se estampó de frente contra un asteroide de 160 metros de diámetro. Costó millones y sí, sí hay imágenes: tanto la POV, como la del espectador. Todo como parte de las ideas esbozadas para atajar un asteroide apocalíptico.
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Escribe Butler en su cuento, “Amnistía”:
Están aquí y no se van a ir a ninguna parte —insistió Noah con un tono más amable—. No se las puede «espantar»; al menos, no en unas cuantas generaciones. Su nave era un transporte solo de ida. Se han asentado aquí y lucharán por quedarse en las diferentes ubicaciones desérticas que han elegido para sus burbujas. Si deciden combatir, no sobreviviremos. Quizá ellas también podrían acabar aniquiladas, pero lo más probable es que enviasen a sus crías bajo tierra, a gran profundidad, durante unos cuantos siglos. Cuando volvieran a subir, este sería su mundo. No quedaría ni rastro de nosotros —miró a los miembros del grupo uno a uno—. Están aquí —dijo por tercera vez—.
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Además, recordamos a una de las mejores periodistas del siglo XXI. Barbara Eherenreich murió a principios del mes de septiembre. Su obra hizo muchísimo por alumbrar las penumbras de la vida privilegiada; no solo del privilegio económico burdo, sino de los privilegios económicos, sociales e ideológicos. Este obituario escrito por Gabriel Winant en n+1 es muy compasivo y muy detallado.
Una entrega más de la sección Un lugar, una postal auditiva de un lugar significativo.
En esta ocasión, la postal la manda Alonso Ruvalcaba:
Presentamos una entrega más de ¡Qué rico el haiku-ku!, un resumen de lo acontecido durante los pasados seis días enunciado con las restricciones formales de pocas sílabas y pocas líneas.
La taza de café es alberca tibia
Donde las angustias chapotean con las inseguridades
Qué bonita la luz de día nublado.
[Arriesgue el propio, que aquí siempre es bienvenido.]
El libro de las próximas dos semanas es Hija de sangre y otros relatos, de Octavia Butler.
Por culpa mía, y nada más que mía, el experimento Discord no solo no arrancó sino que, así como inició –sin fanfarria ni ilusiones– se cancela amigues. Mil disculpas.
Ni el tiempo, ni las exigencias de la vida del subempleo y el frilanceo ayudaron. Pero manden tuitazos y comentarios que ahí nos leemos.
En cambio, les propongo una reunión, una reunión para darle fin al libro de Octavia Butler, el viernes 7 de octubre, en el Felina (Ometusco y Baja California), a las 8pm. Informal, tranqui, una cerveza y cada quien a su casa. ¿Cómo ven?
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
Los cuatro números de esta semana son: 11 - 22 - 29 - 40
El signo de puntuación de esta semana es: El corchete
El elemento químico de esta semana: Helio [He]
La tonalidad ascendente: Bígaro
La tonalidad descendente: Caoba
Una nueva entrega del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario ahora, como servicio a la comunidad, aquí la frase que según los arcanos de este Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, influirá o calificará lo que resta de su semana:
Araña que habla [Enero - Febrero]
Ahora bien: puede suceder –y no deja de suceder– que el humorismo se vuelva en contra del humorista; y la risa, en contra del lector o del espectador.
Kraken miniatura [Marzo - Abril]
No pocas veces, traían consigo técnicas nuevas, no menos indispensables que sus personas para la vida urbana.
Gato bicéfalo [Mayo - Junio]
Una resistencia obstinada y misteriosa parece anidar en esas imágenes centrales, como si las animara la decisión de oponerse al cumplimiento de este proyecto.
Esporas Interminables [Julio - Agosto]
Ritmo peligroso, que solo el mar autorizaba o provocaba.
Moscardón [Septiembre - Octubre]
Poesía sin presencia. Nadie ni nada existe. Solo un ritmo muy grato.
Caldo primigenio [Noviembre - Diciembre]
Nuestros cálculos no pueden ser sino aproximados, con todas las desventajas que ello implica.
Para esta edición del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, se consultaron a dos arcanos: Alejandra Pizarnik y Fernand Braudel.
Oiga profesor, muchas gracias por el boletín, que lo empiezo a comparar con una gustosa sobremesa. Y mi pregunta es, ¿Qué pasa con la reunión para quienes somos del universo alterno de provincia?
Buen día, noche o deshilachada madrugada tenga usted profe.
Esta es mi primera vez saliendo de el "modo ninja" en este espacio y es con motivo de una alegría que se desea compartir, la publicación de un libro llamado "El tipo que se parecía a Jarvis Cocker" en el cual tuve mi primer acercamiento al maravillosamente pantanoso mundo del lenguaje y lo literario y en el que me he disfrazado de lector de prueba y corrector; grandes palabras y conceptos que se alejan mucho de lo que creo que hice, aun así, la alegría es grande.
En asuntos más importantes, debo de agradecerle y felicitarle por ampliar a dos horas el espacio de letras en el que estamos inmersos. Les deseo una reunión fantástica (mientras ardo lentamente de envidia) y se solicita que se ingiera una a mi mala salud (mi cumple, 8 oct.).
Un abrazo profe y que las letras nos sigan dando cobijo.
LoK