Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Pienso que escribir es como meterte en el mar: primero el está helada, pero a medida que te metés y permanecés se va poniendo calentita. Pienso que también es una forma de pasar sin mucho dolor por este barro. Y también pienso que escribir es hablar de amor cuando se termina. —Silvina Giganti, “Meterte en el mar”
Esta semana se complicó y esta será una versión breve del boletín. Una disculpa. Terminamos con MANIAC, de Benjamín Labatut, el libro del Club de lectura que no es un club de lectura.
Leímos el brevísimo ensayo de Montaigne dedicado a los pulgares. “De los pulgares” se titula, y así comienza:
Refiere Tácito que para sellar sus pactos algunos reyes bárbaros acostumbraban a juntar fuertemente la palma de la mano derecha, y a entrelazar después los pulgares hasta que, de puro apretar, la sangre casi salía por las yemas. Luego se los punzaban ligeramente y se los chupaban con reciprocidad mutua.
Aquí puede leerse completo.
Una nueva entrega del ÍndiceTSH, un homenaje-plagio del famoso índice de la revista Harper’s: datos duros para preguntas urgentes.
El 36% de ustedes dicen que al interactuar con los libros impresos cuando leen, subrayan y comentan al margen con lápiz.
El 9% de ustedes dicen que al interactuar con los libros impresos cuando leen, subrayan con marcador.
El 16% de ustedes dicen que al interactuar con los libros impresos cuando leen, solo usan banderitas o señaladores o post-its.
El 38% de ustedes dicen que al interactuar con los libros impresos cuando leen, nunca los marcan.
Una nueva entrega del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario ahora, como servicio a la comunidad, aquí la frase que según los arcanos de este Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, influirá o calificará lo que resta de su semana:
Cada noche, nuestros sueños nos recomponen y nos dan forma y, a su vez, nos modelan a todos.
Una individualidad finamente sincronizada armoniza cada árbol en un sistema interdependiente que supera ampliamente sus límites individuales.
El paisaje onírico es «ficticio» en el sentido de que no se corresponde exactamente con la vida despierta; no por ello, sin embargo, deja de revelar principios subyacentes de la evolución de formas y movimientos en el mundo natural.
Hablar del sentido y el valor de la vida puede parecer hoy más necesario que nunca; la pregunta es si es «posible» hacerlo y cómo.
Hoy toda acción parte de la conciencia de que no hay ningún progreso en el que se pueda confiar realmente.
Pero la pregunta que la vida nos plantea y en cuya respuesta podemos encontrar el sentido de ese instante, no solo cambia de una hora a otra, sino también de una persona a otra.
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Para esta edición del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, se consultaron a dos arcanos: Melinda Powell y Viktor Frankl.
Hola Pablo, solo paso por aqui para decirte gracias, haces un trabajo increíble, en el podcast, en el newslatter.