TSH 25.05.22
Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Qué triste el hogar. Está como lo dejaron,
adaptado a la comodidad de los últimos que se fueron
como para incitarlos a volver. No obstante,
privado de nadie a quien agradar, se marchita,
sin ánimo para superar esa ausencia
e intentar un nuevo comienzo,
cuando apuntó dichoso a cómo deberían ser las cosas
y falló estrepitosamente. Ya ves lo que fue:
mira las fotos, y la cubertería.
Las partituras en el taburete del piano. Ese jarrón.
—Philip Larkin, “Qué triste el hogar”
El libro de esta semana fue Espectros del capitalismo, de Arundhati Roy.
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Arundhati Roy publicó El dios de las pequeñas cosas, una novela expansiva y genealógica sobre dos hermanos. Ganó el premio Booker en 1997.
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La India por la que circulamos en Espectros del capitalismo es sí, por un lado la democracia más grande del mundo, el séptimo país en extensión, el segundo en población. Una de las civilizaciones más antiguas y una de las colonias más problemáticas e indómitas que se independizó del imperio británico desde finales de los 40 y a partir de 1950 una república federal independiente. Pero también es un país en el que se cuentan entre su enorme diversidad económica, étnica y cultural cerca de mil trescientos millones de personas.
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Escribe un reseñista sobre el libro en The Guardian en 2015.
“It could be said that India is part of the world where capitalism tries out its dirtiest tricks to see what it can get away with.”
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Este es un libro escrito desde las resistencias y sobre las resistencias. Es notorio en todos los ensayos, pero con mayor pertinencia quizá en el ensayo titular, en Espectros del capitalismo. Porque la postura es de frontal confrontación con una característica del mundo en el que vivimos que es, de alguna manera constante y en muchos sentidos benéfica: la filantropía corporativa.
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Se nos dice que todo libro es un viaje —uy, qué cliché—, una especie de viaje, una salida de la cotidianidad para adentrarse en algún sitio, para internarse en caminos que nos son poco familiares. Y lo son, y sucede. Conocemos de pronto zonas, sitios, circunstancias ajenas. Y acá, se abre una de esas posibilidades interesantes que no tienen que ver directamente, pero sí, con el tema del Espectros del capitalismo: ¿En qué medida conocemos el contexto o la realidad, ese asidero real del mundo que las páginas de x o y libro nos relata? Cosa difícil de decir.
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Escribe en el Discurso en la Universidad Pública:
“Ellos (el 1%) dicen que no tenemos reivindicaciones…, no saben, quizá, que solo con nuestra indignación bastaría para destruirlos. Pero aquí van algunas ideas –algunos pensamientos “pre-revolucionarios” que se me han ocurrido– para que las pensemos juntas:
Queremos acabar con este sistema que produce desigualdad.
Queremos acabar con la acumulación desaforada de riqueza y propiedades por parte de individuos al igual que de corporaciones.
Como acabadoras de este sistema, exigimos:
Uno: el final de la propiedad cruzada en el mundo de los negocios. Por ejemplo, los fabricantes de armas no pueden poseer cadenas de televisión, las corporaciones mineras no pueden ser dueñas de periódicos, las empresas no pueden financiar universidades, las farmacéuticas no pueden controlar los fondos públicos de salud.
Dos: los recursos naturales y las infraestructuras esenciales, es decir, la provisión de aguay electricidad, la sanidad y la educación no pueden ser privatizados.
Tres: todo el mundo debe tener derecho a vivienda, educación y atención sanitaria.
Cuatro: los hijos de los ricos no pueden heredar la fortuna de sus padres.
Aquí hay un comentario sobre la obra de Arundhati Roy, escrito por Samanth Subramanian en el New Yorker.
Y aquí hay una charla en video de la autora comentando la versión en inglés de Espectros del capitalismo.
El libro de la próxima semana //1 de junio//: Sobre la muerte de un perro, Jean Grenier
Una nueva entrega de la columna Los libros no se rayan:
Bartleby no es un enfermo, sino el médico de una América enferma, el medicine-man, el nuevo Cristo, o el hermano de todos nosotros. (Gilles Deleuze)
The proclamation of Prometheus –in a word, I detest all the gods (Karl Marx)
Philosophy cannot be actualized without the superseding of the proletariat, the proletariat cannot be superseded without the actualization of philosphy (Karl Marx)
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
Los cuatro números de esta semana son: 7 - 34 - 38- 46
El diptongo de esta semana es: /au/
El elemento químico de esta semana: W [tungsteno]
La tonalidad ascendente: Gainsboro
La tonalidad descendente: Chartreuse
En serio, de favorcito, tiren sus opiniones sobre el boletín. ¿Así va bien? ¿Qué le hace falta? ¿Qué le sobra? De antemano, gracias.