Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Vivimos entre dioses antiguos divinidades arcaicas escondidas en los gatos en las ondulaciones del pulpo en el porte majestuoso de una mujer descalza que nos mira con ojos antiguos. Como imágenes desplazadas de religiones ya sin fe, sin celebrantes. –Cristina Peri Rossi, “Transfiguraciones”
El libro de esta semana fue Alma máquina, de George Makari.
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Pobre Robert Burton:
Los enfermos del alma, afirmaba, a menudo eran incapaces de ver sus padecimientos. Mientras la mayoría de los sufrientes acudían corriendo a un médico cuando su brazo estaba inflamado o su estómago revuelto, la única facultad cuyos trastornos no podían percibirse era precisamente aquella que permitía a las personas percibir el mundo. El intelecto no podía conocer sus propios problemas ni curarse a sí mismo. Pero eso es exactamente lo que le sucedió a Burton. Este erudito, ingenioso y elegante investigador de la melancolía, según el relato de John Aubrey, perdió la batalla y se colgó a sí mismo en la iglesia de Cristo.
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En su libro Curso de filosofía en seis horas y cuarto, el polaco Gombrowicz escribe esto al hablar de Descartes y, sobre todo, de Kant:
La conciencia no es el cerebro, ni el cuerpo, pues yo soy consciente del cerebro, pero el cerebro no puede ser consciente. CUIDADO: no hay que imaginar la conciencia como un organismo o un animal.
Y más adelante:
Hay una importante frontera entre la ciencia y la filosofía. La ciencia establece sus métodos y sus leyes mediante la experiencia, pero no es válida más que en el mundo de los fenómenos. La ciencia puede darnos la relación entre las cosas, pero no el conocimiento directo de la esencia de las cosas.
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Durante toda la lectura de Makari, una presencia importantísima que quizá aparece poco: Los ensayos de Michel de Montaigne. Y en específico, su infalible, “Al Lector”.
Y otro, más presente, pero, menos leído quizá. (O menos leído por mí en eso me “pinto de cuerpo entero y en cueros”): las Confesiones de Rousseau. Hay jactancia y una rara antipatía, pero es indudable que ese esfuerzo autobiográfico representa un quiebre con la manera de entender hasta ese momento el desarrollo de la vida interior y sus implicaciones en la manera de estar en el mundo. Quizá la antipatía tiene que ver con ciertos modos ya caducos, rebasados, pero tal vez sea otra cosa.
Hay, insisto, una vocación de responderle al estatus quo, de zafarse del abrazo de la idea recibida, que es admirable. Y algunas conclusiones lo son también, en particular aquellas que tienen que ver con la memoria, con el rol de los recuerdos, los relatos que nos contamos en nuestros diálogos silenciosos.
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Otra de las cosas fascinantes del libro son la cantidad de chantas, de fraudes, de caminos equivocados, de embustes y embaucadores. Pero, salvo esas rutas que llevan clara y evidentemente al barranco intelectual o físico: ¿sabríamos distinguirlos? ¿En qué sitio nos habríamos ubicado ante aquellos debates que se disputaban la voluntad y la conciencia?
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También hizo su aparición en el programa Anne Carson, con un fragmento de su libro Agua corriente. En particular de la sección “La antropología del agua”.
Una entrega más de la sección Un lugar, una postal auditiva de un lugar significativo.
En esta ocasión, la postal la manda Paulina Macías:
Presentamos una entrega más de ¡Qué rico el haiku-ku!, un resumen de lo acontecido durante los pasados seis días enunciado con las restricciones formales de pocas sílabas y pocas líneas.
Temblor tras el temblor.
No hay bolillo que alcance ni cumbia que solace.
¿En qué estábamos antes de eso?
[Arriesgue el propio, que aquí siempre es bienvenido.]
El libro de las próximas dos semanas es Hija de sangre y otros relatos, de Octavia Butler.
Ya hay un espacio en Discord para seguir la conversación. O para iniciarla. Para hablar del libro y del programa. Acá el link de esta semana para unirse.
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
Los cuatro números de esta semana son: 2 - 7 - 31 - 42
La preposición de esta semana es: Sin
El elemento químico de esta semana: Tecnecio [Tc]
La tonalidad ascendente: Cerceta
La tonalidad descendente: Rufo
Una nueva entrega del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario ahora, como servicio a la comunidad, aquí la frase que según los arcanos de este Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, influirá o calificará lo que resta de su semana:
Araña que habla [Enero - Febrero]
Los métodos y procedimientos son exquisitos, en ocasiones deleitosos.
Kraken miniatura [Marzo - Abril]
No hacía falta decir nada, no podía decirse nada. Había algo que los incluía a todos.
Gato bicéfalo [Mayo - Junio]
Abrió los ojos de par en par. Aquí estaba una vez más, pensó, sentada en la cama. Despierta.
Esporas Interminables [Julio - Agosto]
¿Quieres irte de aquí? Bueno, es una decisión como cualquier otra. ¿Pero adónde quieres ir?
Moscardón [Septiembre - Octubre]
De momentos semejantes se hace la eternidad. Este era un momento de los que permanecían.
Caldo primigenio [Noviembre - Diciembre]
¿Qué llevo sobre los hombros? ¿Qué fantasmas me envuelven como una capa?
Para esta edición del Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana, se consultaron a dos arcanos: Virginia Woolf y Franz Kafka.
se me antojó mucho leer el libro de makari. ya lo anoté para un futuro próximo.
Yo hice mi Haikú, ya lo mandaré la siguiente semana, ¡gracias!