Antes que nada, esto fue lo que sonó:
Quizá todo esto está sucediendo en un laboratorio. Bajo una lámpara de día y miles de millones de lámparas de noche. Quizá somos una generación piloto. Vertidos de un recipiente a otro, agitados en matraces, observados por algo más que un ojo, cada uno por separado cogidos al final con pinzas de uno en uno. O quizá de otro modo: ninguna intervención. Los cambios se producen solos según lo establecido. La aguja del gráfico dibuja lentamente los zigzags previstos. Quizá hasta ahora nada tenemos de curioso. Los monitores de control están pocas veces conectados. Sólo si hay una guerra, y más bien de las grandes, algunos vuelos sobre el terrón de la Tierra, o visibles migraciones del punto A al B. O quizás al revés: sólo les gustan las secuencias. He aquí a una niña en una gran pantalla mientras se cose un botón de la manga. Los sensores silban, el personal acude. ¡Qué ser es ése con su pequeño corazón latiendo dentro! ¡Qué graciosa seriedad al enhebrar la aguja! Alguien grita exaltado: ¡Avisen al Jefe que venga y lo vea él mismo! —Wyslawa Szymbroska, “Quizá todo esto”
El libro de esta semana es La seta del fin del mundo, de Anna Tsing
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Habría que ir armando un glosario de términos que aparecen en el libro y que son cruciales e instructivos para el proceso de imaginación renovada que se esboza en sus páginas. Por ejemplo, el concepto de perturbación:
Una perturbación es un cambio en las condiciones medioambientales que causa una alteración profunda en un ecosistema.
y
Las perturbaciones pueden renovar las ecologías además de destruirlas. Cuán terrible resulta una perturbación es algo que depende de muchas cosas, incluida su escala.
Lo entendemos como algo negativo, como un desequilibrio que estropea las cosas y que echa para atrás, que limita y que coarta el progreso. El progreso, ese modo de enmarcar nuestra estancia en el mundo que excluye de la perspectiva, que deja fuera del encuadre maneras de mirar y de hacer que no son lineales así, que no son apabullantes y conquistadoras.
La perturbación reajusta las posibilidades de un encuentro transformador; posibilita el surgimiento de parcelas de paisaje.
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Por ahí aparece John Cage también. Y recordamos lo que escribió en la primera frase de su ensayo “Music Lover’s Field Companion”:
I have come to the conclusion that much can be learned about music by devoting oneself to the mushroom.
Y concluye con la siguiente advertencia:
We exist in a situation demanding greater earnestness, as I can testify, since recently I was hospitalized after having cooked and eaten experimentally some Spathyema foetida, commonly known as skunk cabbage. My blood pressure went down to fifty, stomach was pumped, etc. It behooves us therefore to see each thing directly as it is, be it the sound of a tin whistle or the elegant Lepiota procera.
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Esto escribe Max Pearl, en Art in America.
In February 1959, John Cage appeared on the Italian television program “Lascia o Raddoppio” (Double or Nothing), a popular game show on which contestants had to answer obscure trivia questions about a subject of their choice: in Cage’s case, not music or art, but mushrooms. In the final round, he was asked to list the twenty-four white-spored agarics contained in the field guide Studies of American Fungi. Not only did Cage name all twenty-four correctly, he named them in alphabetical order, taking home a prize of five million lire (around eight thousand dollars). With the winnings, he purchased a Volkswagen bus for his partner, the choreographer Merce Cunningham, and a piano for his home in Stony Point, New York.
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Si hay una frase que me parece que sirve como conclusión de este libro es una que aparece antes llegar a la Parte III. Está ahí inserta como una seta pequeña en ese bosque conceptual. Y es fácil no verla. Y tampoco es que sea ningún secreto o ninguna clave. No es que en ella se esconda la solución a algún problema. O tal vez sí. Y como los pequeños frutos de los hongos, está ahí indiferente a nuestra atención:
Radical curiosity beckons.
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También hizo su aparición en el programa Annie Dillard, esa profeta de la naturaleza, con un ensayo: “Esto es vida”. Aquí está el original en inglés.
Para las próximas dos semanas // 24 de agosto y 31 de agosto // el libro es: Biografía del hambre, de Amélie Nothomb.
Presentamos una entrega más de ¡Qué rico el haiku-ku!, un resumen de lo acontecido durante los pasados seis días enunciado con las restricciones formales de pocas sílabas y pocas líneas.
Horas y horas y horas
de angustia y pasmo por una hora más de programa.
El dolor de espalda es la nueva juventud.
[Arriesgue el propio, que aquí siempre es bienvenido.]
Una nueva entrega de la columna, ¿Suerte?, una oferta de elementos que para los próximos seis días podrían estar acompañados de fortuna en los juegos de azar:
Los cuatro números de esta semana son: 1 - 5 - 9 - 39
La preposición de esta semana es: desde
El elemento químico de esta semana: Astato [At]
La tonalidad ascendente: Conchevino
La tonalidad descendente: Malaquita
Inauguramos una nueva sección, el Milenario e Infalible Zodiaco de la Desgana. Se trata de un formato simplificado, de seis signos agrupados según cada dos meses calendario y rigen, aconsejan, predicen e influyen en el día a día de la persona nacida bajo su égida.
Enero - Febrero están regidos por el signo de la Araña que habla. Un signo misterioso y lleno de recursos, independiente, contenido y sagaz.
Marzo - Abril están regidos por el signo de Kraken miniatura. Un signo de paciencia y renuncia pero sabedor de que tiene una furia contenida.
Mayo - Junio están regidos por el signo del Gato bicéfalo. Un signo que es energía pura. Impulsivo, jocoso pero sin ser bobo. Cuando necesita sabe guardar distancias
Julio - Agosto están regidos por el signo de las Esporas Interminables. Juiciosas y al mismo tiempo impredecibles. Son tan impredecibles que quizá es el signo más difícil de categorizar.
Septiembre - Octubre están regidos por el signo del Moscardón. Signo incansable, tenaz, obstinado. Lo suyo es la perseverancia y hasta la monomanía.
Noviembre - Diciembre están regidos por el signo del Caldo primigenio Este signo es el más mutable, el que está encaminado a la meditación, el recogimiento y la reinvención.
¿Qué dicen los signos para los siguientes seis días? ¿Qué frase servirá para orientar las decisiones? ¿Qué aseveración regirá los pensamientos? ¿Qué hilo de palabras traeremos atorados en la mente?
Araña que habla.
Hay ciertas cosas que dependen de nosotros mismos, como nuestros juicios, nuestras tendencias, nuestros deseos y aversiones. Otras también que no dependen, como el cuerpo, las riquezas, la reputación, el poder.
Kraken miniatura
Lo ideal sería poder apoyarse en largas series de cifras, pero no disponemos de ellas. De modo que quedamos reducidas a utilizar el imperfecto materia con que contamos.
Gato bicéfalo
Ninguna de las varias eternidades que planearon los seres humanos es una agregación mecánica del pasado, del presente y del porvenir. Es una cosa más sencilla y más mágica: es la simultaneidad de esos tiempos.
Esporas Interminables
¿Qué es eso de que el hombre es bueno por naturaleza? ¿Dónde se lo conoció? El hombre naturalmente bueno sería un monstruo, quiero decir un Dios.
Moscardón
La aceleración que afecta la duración de las imágenes y de las cosas, afecta también la memoria y el recuerdo.
Caldo primigenio
Los albatros nos siguen siempre, pero ya son menos numerosos.
Han dicho.
En serio, de favorcito, tiren sus opiniones sobre el boletín. ¿Así va bien? ¿Qué le hace falta? ¿Qué le sobra? De antemano, gracias.
Está buenísimo el Zodiaco de la desgana. He estado distante del programa en vivo, pero no del podcast. Gracias por quitarle kilos al tedio cotidiano.
Muchas gracias y felicidades por el boletín.